Hay dos tipos de acoso sexual. El primero se llama Acoso Sexual Quid Pro Quo. El acoso sexual quid pro quo es cuando los términos y condiciones del empleo dependen de la aceptación de las solicitudes sexuales. Un claro ejemplo de esto es si su supervisor exige favores sexuales a cambio de mantener su trabajo.

Otro tipo de acoso sexual se llama Ambiente de trabajo hostil. Un hostigamiento en el entorno laboral hostil es cuando el comentario o la conducta son lo suficientemente “severos o generalizados” como para crear un entorno laboral hostil o abusivo.

Por ejemplo, tocar o mirar constantemente la parte del cuerpo particular de una mujer, o incluso hacer una broma sexual, puede considerarse que crea un ambiente de trabajo hostil si son graves o generalizados. Cualquier acción o palabra que pueda hacer que una mujer se sienta ofendida, vergonzosa o incómoda puede dar lugar a un reclamo hostil en el entorno laboral.

Muchas veces, estas conductas o palabras se hacen sin malas intenciones. Muchas veces, muchas personas pueden decir o hacer estas cosas en forma de broma, porque piensan que son cercanos a una persona o porque quieren estar más cerca de una persona. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos chistes pueden tener graves consecuencias legales y es importante que una empresa brinde capacitación periódica a todos los empleados sobre lo que constituye acoso sexual, ya que las empresas pueden ser responsables de las conductas de sus empleados.